El Boca, que ya había derrotado hace quince días a este mismo rival, se impuso gracias a los goles convertidos por Pablo Ledesma, en el minuto 49, y Juan Manuel Sánchez Miño, en el 89. El actual campeón argentino debió reponerse a la expulsión de su volante central Leandro Somoza en el minuto 36, que lo condicionó a desenvolverse gran parte del encuentro con un jugador menos.
Con este resultado, el equipo dirigido por Julio César Falcioni suma siete puntos, se ubica en el segundo ubicación y quedó muy cerca de ratificar su clasificación a los octavos de final de la competencia continental, mientras que Arsenal con apenas tres unidades complicó su futuro en esta edición de la Libertadores.
Boca, de local en su estadio 'La Bombonera', arrancó mejor que el Arsenal y en los primeros minutos se propuso respetar el orden táctico y la precisión de su conductor natural, Juan Román Riquelme. Luego de un empate con el Lanús el último domingo, que le impidió quedarse con el liderato del torneo Clausura local, la consigna de Falcioni para sus dirigidos fue volver conseguir el cero en su portería.
Por su parte, Arsenal llegó con un planteo táctico cauto pero consciente de la necesidad de sumar para seguir con vida en el torneo continental. Si bien su entrenador, Gustavo Alfaro, había declarado que la prioridad de su equipo en este semestre era sumar valiosos puntos en el torneo local para ratificar su lugar en la primera división, un buen resultado le permitía mantenerse expectante para lograr el pase a octavos.
El trámite del encuentro tuvo un quiebre en el minuto 36 cuando el árbitro Patricio Loustau expulsó a Leandro Somoza todavía con el cero en el marcador. En el segundo tiempo, Alfaro determinó el ingreso de Jorge Ortiz para intentar ser un poco más ambicioso y ofensivo. Pero la paridad se rompió en el minuto 49 cuando el guardameta del Arsenal, Cristian Campestrini, no pudo contener un remate de Juan Román Riquelme y fue finalmente Pablo Ledesma quien vulneró la valla visitante para la tranquilidad del público local.
Luego el trámite fue de pura angustia porque el Arsenal no encontraba respuestas futbolísticas y el Boca Juniors daba muestras de cansancio por el desgaste físico. En el minuto 89, el uruguayo Santiago Silva, quien participó en la jugada del primer gol, recibió un balón en la mitad del campo y, con una asistencia precisa, le permitió al juvenil Juan Manuel Sánchez Miño anotar el tranquilizador 2-0.
Silva, que todavía no pudo anotar desde su llegada a Boca, fue el jugador más ovacionado de una noche donde el equipo 'xeneize' volvió a creer en sus posibilidades en esta Copa Libertadores.
Tomado de CONMEBOL